jueves, 6 de mayo de 2010

Felipe Romera Lubias. Director del Parque Tecnológico de Andalucía


Estoy convencido de que la Málaga de 2016 será muy diferente de la actual. La sociedad del conocimiento estará bastante desarrollada y Málaga jugará un papel importante dentro de esta nueva sociedad que se fundamenta en la transformación que la ciencia y la tecnología determinan sobre la vida cotidiana. Las ciudades tienen un papel importante en esta transformación global y de su internacionalización y visibilidad en el mundo dependerá su progreso y desarrollo.

A diez años de esta fecha, Málaga está haciendo sus deberes. El desarrollo del Parque Tecnológico de Andalucía (PTA) y su ampliación serán excelentes instrumentos para conseguir estos objetivos. En estos momentos el PTA está ofreciendo un escaparate tecnológico a la ciudad en el mundo. Málaga es referencia mundial sobre como desarrollar un sistema de innovación local en una región de poco desarrollo tecnológico y además es ejemplo de como ser cabecera de redes internacionales, nacionales y regionales de parques científicos y tecnológicos.

El PTA en estos próximos años va a ser la avanzadilla hacia esta sociedad del conocimiento que arrastrará a toda la sociedad malagueña y de esta manera aumentará la participación de la ciudad en las redes de ciudades más desarrolladas. Así el horizonte del 2016 es un oportunidad para defender la candidatura de Málaga como Capital Europea de la Cultura y debe ser también una excusa para avanzar en el desarrollo de la sociedad del conocimiento y aumentar la proyección de Málaga en el mundo.

Málaga ciudad cosmopolita


La ciudad de Málaga se define por su carácter intercultural, consecuencia de los distintos pueblos que han dejado huella en ella. Su situación en el Mediterráneo propició la llegada de diversos pueblos a sus costas. Los fenicios fundaron Malaka y establecieron sus factorías en el siglo VIII a. C. Los griegos instauraron en el siglo VII a.C. una importante base comercial. Más tarde, los romanos expulsaron al pueblo cartaginés tras tres siglos de permanencia en el año 206 a. C., instituyendo sus propias leyes como se expone en la Lex Flavia Malacitana.

En el año 711 la ciudad es tomada de forma violenta por el pueblo musulmán. Durante este período, en el siglo XI, tiene lugar la edificación de la Alcazaba y posteriormente su ampliación con el Castillo de Gibralfaro. Más tarde, en el período nazarí, los Reyes Católicos conquistan la ciudad tras un duro asedio.

Málaga milenaria y cosmopolita en el pasado, conserva intactas sus raíces históricas. Si en tiempos remotos fue testigo de los orígenes del hombre y de la cultura mediterránea, hoy convertida en primera potencia de la industria turística andaluza, mantiene viva su tradición de tierra acogedora y creativa.

Málaga marinera en su litoral donde nunca es invierno; de vocación serrana, tierra adentro, donde la naturaleza se muestra en todo su esplendor. Pueblos blancos de hermosa arquitectura, envueltos en románticas leyendas, ponen su punto de luz en los recónditos valles donde la vida discurre plácidamente. Y desde la alta sierra la mirada abarca el horizonte hasta perderse en el inmensidad azul del mar.

La provincia malagueña cuenta con más de 160 kilómetros de franja costera. El mar mediterráneo baña directamente un total de 14 municipios malagueños. Es posible acudir a enclaves escondidos donde la naturaleza más pura rodea el ambiente, o espacios más turísticos y consolidados. Tanto la zona oriental de la provincia, como la occidental disponen de playas tan atractivas que han hecho de la costa del sol un destino de primer orden mundial. No podemos olvidar el paisaje interior, con más de 15 espacios protegidos como reserva, paraje o monumento natural. Lugares que recorren desde las profundidades del Mediterráneo a las altas cumbres. Bosques y ríos mágicos donde es posible todavía encontrar zorros, águilas reales o cabras montesas.